Sé que esto ya no es hacer una crítica velada a alguien, sé que es un post descaradamente parcial y sé que va a haber gente que me diga "te has pasado". Lo siento, me lo paso yo por el forro con todo mi cariño. Pero ¿qué cojones hace José María Aznar en Melilla con la que está cayendo? No hablamos de cualquier persona: hablamos de un expresidente del gobierno con todas las de la ley, porque la gente lo eligió y la gente le pegó una patada en el culo, aunque él fuese listo y colocara el culo de otro (pobre Rajoy) para tener su culo limpio de suelas de zapato. Estamos hablando de alguien que tendría que ser un representante del pueblo español, dignificando el nombre del país allá donde fuera. Pero claro, estamos hablando precisamente de Aznar, un tío que si tuviese un mínimo de decencia no iría rajando a diestro y siniestro cada vez que sale del país, un tío al que Zapatero defendió frente a las bravuconadas de Chavez y que él lo ha agradecido con bilis, un tío que si tuviese cierta relevancia y criterio analítico estaría como otro expresidente (Felipe González) ocupando puestos de relevancia más allá de Fundaciones Apocalípticas Esperpénticas y Sátrapas (sí, esta coña sobre la infame FAES es mía). Pero no, este pedazo de carne con bigote (o lo que quede de él) y melena dandy se dedica a agrandar su ego, que no su prestigio, con tentativas de baños de masas.
Lamento entonces que en TODAS las imágenes televisivas que han circulado sobre la inoportunísima visita de Aznar, se le ha visto constantemente seguido de su séquito (seguridades y soplagaitas, palmeros y arribistas propios de CUALQUIER figura política), ha circulado por las calles de Melilla sin que más que algún personaje aislado se haya acercado a lamerle el bigote, ha intentado quedar bien delante de los miembros de la seguridad del estado sin lograr tener contacto con ningún alto cargo porque evidentemente ya no es nadie, y el único objetivo buscado, a parte de los minutos televisivos y el posterior "¿habré salido guapo?" por tan magno memo tardofranquista ha sido que la gente se plantee: si Aznar ha estado en Melilla con la que está cayendo, ¿por qué Zapatero no ha ido? Y lo que la gente de a pie con un mínimo de criterio se ha planteado ha sido las siguientes cuestiones: si el bloqueo de Melilla es por una cuestión de pertenencia a Marruecos o a España, ¿por qué va el presidente español que nunca se quiso entrevistar con ningún dignatario marroquí?; y si no acude ninguna autoridad española, ¿no se da cuenta el muy anormal de que no hace ningún favor al país del que tanto chupó?
La pregunta que Aznar quería que el electorado se preguntase no tiene una respuesta al uso. La respuesta en sí debería ser una "a la gallega". Es decir, con otra pregunta: ¿si el presidente no va, qué intenciones encierra la cabeza pensante que decide que Aznar vaya?
La segunda pregunta tampoco tiene respuesta más allá de las suposiciones que podemos hacer. Sí, supongo que si ha ido es para buscar la atención que su desmedido ego y su cráneo lleno de heces necesita. Aznar, como el 90% de los políticos y como el 100% de los neocon es como el niño que, aun sabiéndose más feo que un tumor, necesita que su madre le diga de vez en cuando aquello de "eres el niño más guapo del mundo". Cosas de erecciones y demás.
La tercera pregunta tiene respuesta y contrarrespuesta. La respuesta es un "sí, se da cuenta". La contrarrespuesta es la siguiente, y con esto sentencio y acabo desde mi humilde blog: a este máximo exponente del turismo gilipollas le suda el miembro el país que acaba de flipar en colores con su aparición en Melilla. A Aznar lo que le importa (como a todos los de su rancia estirpe) es un país que él y solo él tiene en la cabeza, en el cual todo el mundo le lame del escroto al glande las veinticuatro horas del día en un movimiento hipnótico mientras se repiten mentalmente el siguiente mantra: "chupa, chupa, que con suerte algo cae".
Ahí os pringue lo que caiga.
JM Martín
Este tipo aun dará que hablar en un futuro, ya verás. Por cierto, excelente y currada entrada.
ResponderEliminarQue tengas tanta razón y que nadie lo diga más en los medios...
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