Manifiesto por una re-evolución permanente

Yo, persona única y como tal inevitablemente ligada a la incertidumbre de aquello que reside más allá de las cuatro paredes de mi percepción, declaro que:

- La Re-evolución no puede ser nuestra vida, pues caeríamos en lo enfermizo propio de lo parasitario: la Re-evolución no debe ser una tarea, pues no se merece consideración tan concreta ni tan institucional.

- La Re-evolución debe ser acto reflejo o costumbre como lo es el respirar o asearse cada mañana: ya que la fijación de estructuras conlleva vicios, vivamos re-evolucionando, aunque sólo sea por no ahogarnos, aunque sea sólo por higiene.

- La Re-evolución no debe consistir en obligar a quienes administran a que nos impongan nuestras sugerencias: la Re-evolución debe partir y quedarse en el interior, ya que no debemos buscar sacarle brillo al exterior sino a nuestros ojos para verlo todo de otro modo.

- El buen administrador debe sumarse a la Re-evolución: no debe, por cuestión de higiene empática, permitirse que quien no es capaz de ver la potencialidad del mundo tenga responsabilidades para con sus conciudadanos. Si lo interior contagia a lo exterior, ¿qué esperar de alguien que no se ha sacado brillo por dentro?

- La Re-evolución es disidencia, pero esta no debe quedarse en lo ideológico: la disidencia debe ser mental, filosófica, musical, pictórica, cinematográfica. En fin: la disidencia de la Re-evolución es creativa y creadora, nunca opositiva y siempre complementaria. La ruptura es disidente, mas la reforma lo es también.

- La Re-evolución no es una huida hacia delante, ni un timorato paso atrás: la Re-evolución es abrazar la naturaleza humana. Y si el ser humano es creador pero no permanente, seamos coherentes: creemos sin buscar nuestra propia permanencia. Imaginemos y reformemos sin aferrarnos a las formas.

- La Re-evolución es eminentemente utilitarista: debemos cambiar aquello que no funciona. Vivamos proponiendo. En las calles. En los parlamentos. En las aulas. En los talleres del artista. En las salas de conciertos. Cambiemos la cara oscura, vieja y caduca de las cosas y ofrezcamos un futuro constante.

- La Re-evolución es el gozo de la primera vez: procurémonos muchas primeras veces. Huyamos del tedio de las viejas formas y, cuando las nuevas ya no sean placenteras, adoptemos nuevas o acojamos de nuevo las antiguas, pues estas habrán vuelto a ser nuevas.

- La Re-evolución no es patrimonio de nada ni de nadie: la Re-evolución es tan sólo no tener miedo a pensar, no tener miedo a imaginar, no tener miedo a admitir que la mejora propia y del entorno es siempre posible. La Re-evolución no es otra cosa que abrir sendas desde el pensamiento.

Corolario:

- La Re-evolución es cambio, y todo ente viviente está sometido a él. La sociedad, en tanto entidad creada por seres vivos, está inevitablemente ligada a la mutación y, por tanto, a la Re-evolución. Asumir la inevitabilidad de este cambio es el paso necesario para comenzar a disfrutar de él.

Eso y no otra cosa es la Re-evolución. A ella me uno. Adhiérase, no le queda más remedio: el futuro le espera con los brazos abiertos.

JM Martín

PD: Dedicado a mis compañeros re-evolucionarios de la conocida como Spanish Revolution, especialmente a aquellos con los que la semana pasada pasé las noches más intensas de mi vida en la antiguamente llamada Plaza del Ayuntamiento de Valencia, ahora conocida como Plaza del Quince de Mayo. Para ellos va en espera de volver a verlos cuando mis obligaciones académicas me lo permitan. Para ellos y para ti: la calle es tuya y tu mente también. Haz con ellas lo que quieras.